Tema 5. Industrialización y sociedad en la España del siglo XIX.




4º ESO                                                          IES. VICTORIA KENT                  


Javier Mendoza Rodríguez



Industrialización y sociedad 
en la España del siglo XIX.


Población Española en el siglo XVIII.
● Crecimiento demográfico.
● Movimientos migratorios.
● Transformaciones de las ciudades.

Transformaciones en la agricultura.
● Reforma agraria.
● Problemas de la agricultura española.

Inicios de la industrialización.
Problemas de la industria española.
● Sectores:
▪           Siderurgia       
▪           Textil.
▪           Minería.
▪           Transportes.: El ferrocarril.

Desarrollo de la industria (S. XIX)
● Nuevas energías e industrias.
● Desequilibrios. Focos de industrialización.

Sociedad española (S. XIX)
● Sociedad de clases.
● La mujer obrera.
● Compara la vida social de las clases altas y de las clases populares.

Movimientos obreros en España.
● Primeros pasos.
● Anarquismo.
● Socialismo.


Glosario:

Yacimientos hulleros: Sitio donde se halla naturalmente una roca, un mineral, un fósil, o restos arqueológicos; hulleros proviene de hulla, que es una roca sedimentaria orgánica, un tipo de carbón mineral que contiene entre un 45 y un 85 por ciento de carbono. Es dura y quebradiza, estratificada, de color negro y brillo mate o graso.


Desamortización: consiste en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían enajenar, en poder de las llamadas manos muertas.


Jornaleros: persona que trabaja a cambio de un jornal o pago por día de trabajo, aunque con carácter extensivo se aplica a los trabajadores agrícolas que no tienen posesión de tierras.


Latifundio: explotación agraria de grandes dimensiones, caracterizada además por un uso ineficiente de los recursos disponibles. 


Minifundio: finca rústica de extensión tan reducida que dificulta su explotación.


Librecambismo: doctrina económica que propugna la no intervención estatal en el comercio internacional, permitiendo que los flujos de mercancías se gobiernen por las ventajas de cada país y la competitividad de las empresas.


Ley General de Ferrocarriles: el 18 de agosto de 1854 el consejo de Ministros decreta la creación de un comité de expertos para estudiar una Ley de Ferrocarriles.
Esta primera ley fue aprobada el 3 de junio de 1855. Y consta de nueve capítulos con cuarenta y nueve artículos en los que se regulan aspectos y normas


Asociación de Tejedores de Barcelona: consistía en la disminución de la jornada laboral, el aumento de los salarios y el derecho a formar asociaciones obreras.


Confederación Nacional del Trabajo: se difundieron en España el marxismo y el anarquismo, que acabó siendo mayoritario entre los internacionalistas españoles.


PSOE: partido político español de ideología socialdemócrata que en el espectro político se sitúa en el centro izquierda y fue fundado por Pablo Iglesias.


UGT: organización sindical obrera española. Fundada en 1888, comparte origen histórico con el PSOE, evolucionando desde el clásico marxismo hacia una orientación socialdemócrata.


Sindicatos: es una organización integrada por trabajadores en defensa y en apoyo de sus intereses tanto sociales, económicos y profesionales relacionados con su actividad laboral.


Estructura radial: significaba que desde el centro, en este caso Madrid, partían todos los trenes, permitiendo, al estar en el centro, llegar antes a todos los puntos del país.


Azogue: contraer la enfermedad producida por la absorción de los vapores de azogue.


Mecanización: consiste en proveer a operadores humanos con maquinaria para ayudarles con los requerimientos físicos del trabajo. 


Propiedad privada: son los derechos de las personas y empresas de obtener, poseer, controlar, etc. capital, cosas y otras formas de propiedad. Se diferencia de la  propiedad pública, en que esta última se refiere a bienes propiedad del Estado, comunidad o gobierno y no de individuos o entidades empresarias.


Motor de explosión: es un tipo de motor de combustión interna que utiliza la explosión de un combustible, provocada mediante una chispa, para expandir un gas empujando así un pistón.

Para este tema, he consultado la Wikipedia, para aclarar algún término y saber la definición con más claridad, las imágenes de google, alguna hay en este trabajo, el libro de ciencias sociales 4º ESO y alguna página donde haya podido aclarar información adicional a algún punto.

  

Tema 5.

Industrialización y sociedad en la España del siglo XIX.

1. Población Española en el siglo XVIII.

1.1. El crecimiento demográfico.
En el siglo XIX, la población española aumentó. España pasó de 11,5 millones de habitantes en 1797 a 18,6 millones en 1900.Este crecimiento es debido a que la mortalidad descendió, y la natalidad se mantuvo constante.
La mortalidad descendió debido a un aumento de la producción agraria y de la mejora en la dieta alimenticia de los españoles, que se hicieron menos vulnerables a las enfermedades.
Las grandes epidemias, desaparecieron a lo largo del siglo y las condiciones higiénicas y los avances médicos también contribuyeron a la reducción de la mortalidad. El aumento de la población no fue homogéneo en toda la península, donde más creció fue en Madrid, Cataluña, Murcia, Canarias y el País Vasco.

1.2. Movimientos migratorios.
En una primera etapa, los emigrantes se dirigieron hacia los núcleos urbanos más próximos o dinámicos económicamente. A partir del 1860 se inició un éxodo rural hacia Madrid, Barcelona y Vizcaya.
En una segunda etapa, a finales del siglo XIX, el aumento de la población y las escasas oportunidades de empleo obligaron a muchos españoles a emigrar, principalmente a América Latina (Uruguay, Argentina y Cuba).
Las regiones de las que partieron más emigrantes fueron Canarias, Galicia y la cornisa cantábrica.

1.3. Transformaciones de las ciudades.
El éxodo rural comportó un aumento de la urbanización, en detrimento de los núcleos rurales. Entre 1850 y 1900, España multiplicó por dos su nivel de población urbana.
En el siglo XX, un 70% de la población residía en núcleos de menos de 20000 habitantes. Eran muy frecuentes las poblaciones que tenían menos de 5000 habitantes.


2. Transformaciones en la agricultura.

2.1. Reforma agraria.
Se llama reforma agraria liberal al conjunto de reformas cuyo objetivo era la disolución del Antiguo Régimen en el campo. Se realizó en España a lo largo de la primera mitad del siglo XIX.
Durante este proceso se abolió el régimen señorial, se desvinculó la propiedad privada y se desamortizaron la mayoría de las tierras pertenecientes a la iglesia y a los ayuntamientos.
Estas reformas consolidaron la propiedad privada de la tierra, que era mercancía que se podía vender o comprar libremente.

2.2. Problemas de la agricultura española.
Uno de los mayores problemas que tuvo que afrontar el campo español fue que la reforma agraria no permitió a los campesinos acceder a la propiedad y la mayoría de ellos continuaron como jornaleros pobres o tuvieron que emigrar a las ciudades.
En la mayor parte de Extremadura, Castilla y Andalucía existían grandes latifundios, cuyos propietarios era absentistas y basaban sus beneficios en el mantenimiento de unos salarios muy bajos. En la Submeseta Norte y en Galicia predominaba el minifundio.
A lo largo del siglo XIX, el cereal constituyó el principal producto de cultivo de la mayor parte de la meseta. Como los rendimientos eran bajos, su precio resultaba elevado en comparación con el de otros países, por lo que fue necesario recurrir al proteccionismo.
En las zonas del norte y Galicia se cultivaban patatas y maíz, en las regiones mediterráneas abundaban el arroz y los cítricos y en Andalucía el olivar. Las naranjas, el vino y el aceite de oliva, eran los principales productos de exportación.

3. Inicios de la industrialización.

3.1. Problemas de la industria española.
A finales del siglo XIX, España continuaba siendo un país agrícola y tan solo algunas regiones españolas se habían industrializado (Cataluña, Asturias, País Vasco, Madrid…).


Los principales factores que influyeron negativamente en la industrialización fueron:
La escasa capacidad de compra de la población española, debido a la pobreza de la mayoría del campesinado.
La falta de inversiones y la ausencia de burguesía industrial en muchas regiones.
Los problemas de transporte, por la inexistencia de buenas carreteras y el retraso del ferrocarril.
La escasez de fuentes de energía, pocos cursos de agua aprovechables para la obtención de energía hidráulica y la mala calidad del carbón.
La posición alejada de España respecto de los núcleos más industrializados de Europa, que dificulto la adquisición de materias primas y la venta de la producción.

3.2. Sectores.

3.2.1. Siderurgia.
Los primeros altos hornos se instalaron en Andalucía (Málaga y Huelva). Contaban con mineral de hierro, pero debían alimentar los hornos con carbón vegetal, de escasa capacidad calorífica, o importar carbón de coque. Esto provoco la desaparición y el declive de la siderurgia andaluza a mediados del siglo XIX.
Asturias fue el siguiente centro siderúrgico, que destacaba como zona rica en el carbón, lo que facilitaba la instalación de altos hornos.
Pero fue en el País Vasco donde se consolidó una potente industria siderúrgica. Las razones de su éxito se debían a la creación de un eje comercial por el cual se exportaba el hierro, abundante y de gran calidad, a Inglaterra, a cambio de la importación de carbón de coque gales que era mejor y más barato.

3.2.2. Textil.
A mediados del siglo XVIII, en Cataluña ya existía una importante producción manufacturera de indianas. En 1802 se prohibió el importar algodón hilado.
Hacia 1830, esta industria textil inició un proceso de mecanización instalando las maquinas de hilar que se utilizaban en GB y, en 1833, empezó a funcionar la primera máquina de vapor. Cataluña carecía de carbón y tenía que importarlo, por mar, desde Asturias o Galicia, lo cual encarecía la producción.
A partir de 1860, muchas industrias se establecieron en los márgenes de los ríos para poder aprovechar la energía hidráulica, en vez de utilizar el carbón, creándose colonias industriales.

3.2.3. Minería.
El subsuelo español es rico en yacimientos mineros y su explotación masiva se inició a partir de la legislación de minas en 1868. Destacaron, Yacimientos de plomo (Linares, La Carolina), cobre (Riotinto) mercurio (Almadén) y cinc (Reocín).
Las dos principales actividades mineras de este periodo estaban relacionadas con el carbón y el hierro. Los yacimientos hulleros más importantes se hallaban en Asturias.
Las principales minas de hierro estaban en Vizcaya.
La escasa demanda interior hizo que la inmensa mayoría de la producción de hierro fuera exportada. El auge de las exportaciones convirtió a España en el principal suministrador de este mineral a Europa.

3.2.4. Transportes.: El ferrocarril.
A pesar de las iniciativas anteriores la construcción de una amplia red de ferrocarriles tuvo que esperar a la Ley General de Ferrocarriles de junio de 1855.
Entre los años 1856 y 1965 se tendieron en España alrededor de 4.500  km de vía  y entre 1876 y 1885, unos 3.000 km más.
La red se construyó siguiendo una estructura radial, con centro en Madrid, y con un ancho entre carriles mayores que la mayoría de las líneas europeas. Ello dificulto los intercambios con el resto de Europa, ya que obligaba a transbordar las mercancías en la frontera, con el consiguiente aumento de costes y tiempo.
El ferrocarril, favoreció el traslado de personas y mercancías, ayudando a su vez a la formación de un mercado nacional.



4. Desarrollo de la industria (S. XIX).

4.1. Nuevas energías e industrias.
Desde finales del siglo XIX se empezaron a utilizar la electricidad y el petróleo. La electricidad posibilitó una mecanización más amplia de la producción industrial, así como la disminución de costes de producción y el descenso de los precios.
La difusión del petróleo como combustible y la invención del motor de explosión abrieron paso a la industria del automóvil, que supuso una revolución en los transportes.
Las crecientes necesidades de maquinaria estimularon la expansión de la industria metalúrgica a finales del siglo XIX.
Otro sector que fue el de la industria química, también alcanzó notablemente la expansión.




4.2. Desequilibrios. Focos de industrialización.
La industria no solo se extendió en Cataluña y País Vasco, sino que también por zonas como Asturias, la Comunidad Valenciana o incluso Madrid.
A pesar de la extensión que hubo entre los años 1900 y 1930 en España, la economía que continuaba existiendo en España, poseía unos profundos desequilibrios en la distribución regional de la riqueza.
En 1930, la mayoría de las industrias se localizaban en zonas donde residía una quinta parte de la población y donde el PIB por habitante era bastante superior a la media española.
Por el contrario, otras regiones mantenían su sector agrario de estructura tradicional y un reducido peso de la industria en su economía. En consecuencia, su PIB por habitante resultó inferior a la media española.




5. La sociedad española (S.XIX)

5.1. Sociedad de clases.
Clases dirigentes.
La nobleza terrateniente, había perdido los derechos señoriales pero todavía conservaba la propiedad de la tierra, continuó desempeñando un papel relevante en la sociedad.
Alta burguesía: compartía con la nobleza su predominio social y era la propietaria de las nuevas industrias, las grandes compañías y los bancos.
Clase media: era escasa y estaba constituida por pequeños empresarios industriales, comerciantes, profesionales liberales, funcionarios, etc.
Clases populares: en las ciudades continuaban viviendo un número importante de artesanos y de personas dedicadas a los servicios: criados, mozos, recaderos, transportistas, vendedores callejeros, etc.
En el servicio domestico más de la mitad, eran mujeres y el número podía llegar a alcanzar el 90%.
Los campesinos constituían la mayor parte de la población, cerca del 65% en 1860. De ellos el 80% no era propietario de sus tierras o su propiedad era tan pequeña que no le permitía subsistir.
Una parte del campesinado trabajaba las tierras de los propietarios agrícolas, en régimen de arrendamiento. Un grupo más numeroso, debía emplearse por un jornal.
Sus salarios eran bastante escasos, por lo que con el paso del tiempo organizaron revueltas campesinas.

5.2. La mujer obrera.
La industrialización permitió que la mujer se iniciase en el trabajo fabril. Las condiciones laborales de las mujeres resultaban aún peores que las de los hombres, con salarios entres un 50% y un 60% inferiores.
Su formación escolar era menor que la masculina y su jornada no acababa en la fábrica, sino que continuaban en el hogar, ya que sobre ellas las tareas domesticas y el cuidado de los niños.

5.3. Comparación de la vida social de las clases altas y de las clases populares.

Clases altas
Clases populares
Comprendían la minoría de la población.
Comprendían la mayor parte de toda la población.
Poseían bastante dinero y no necesitaban apenas o nada trabajar.
Tenían que ganarse con su esfuerzo del día a día, un salario con el que poder mantener a sus familias.
Poseían bastantes derechos.
No había apenas derechos que les garantizaran apenas nada a favor suya.
Poseían una vida llena de gozo y de placer.
Trabajaban de 12 a 14 horas diarias para poder mantenerse.
Hacían trabajar a gente de las clases populares en sus tierras y así sacarle partido a éstas.
Tenían que trabajar en las tierras de las clases altas y cultivarlas a favor de su dueño.




6. Movimientos obreros en España.

6.1. Primeros pasos.
El limitado proceso de industrialización español implicó que el número de obreros industriales existentes en la España del siglo XIX fuese relativamente pequeño y que se concentrase básicamente en Cataluña y, más tarde en el País Vasco, Asturias y Madrid.
Pronto, todos los trabajadores, vieron la necesidad de crear organizaciones propias, capaces de defender sus derechos: los sindicatos.
En 1840 se fundó en Barcelona el primer sindicato, llamado “Asociación de Tejedores de Barcelona”.
Más tarde, en 1855, tuvo lugar en Barcelona, la primera huelga general realizada en España.
Durante el Sexenio Democrático llegaron a España las ideas de la Primera Internacional y, en 1870, se creó la Federación de la Asociación Internacional de Trabajadores.

6.2. Anarquismo.
El anarquismo arraigó fuertemente entre los obreros de Cataluña y el campesinado andaluz. El anarquismo defendió la formación de grupos autónomos que atentasen contra la sociedad burguesa y capitalista. De este modo se produjeron numerosos atentados y la sociedad entró en una gran espiral de violencia.
La proliferación de atentados impulsó a que grupos de anarquistas contrarios a la violencia fundaran sindicatos obreros con el objetivo de conducir a los obreros hacia la revolución social. Esta corriente anarco-sindicalista fundó, en 1910. La Confederación Nacional del Trabajo que llegó a ser el sindicato más importante en España.

6.3. Socialismo.
El marxismo tuvo influencia entre el proletariado, y cierta clase media. Los marxistas fundaron el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y en 1888 impulsaron la creación de un sindicato socialista, la Unión General de Trabajadores (UGT).
Los socialistas defendían la participación en las elecciones. Pretendían llevar al parlamento diputados obreros que defendiesen a los trabajadores y consiguiesen leyes favorables a sus intereses.

1 comentario:

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